Separar mitos de realidad no es solo un acto de conocimiento, es un paso hacia la empatía y la comprensión del trastorno bipolar.

La felicidad no es un destino, es el camino que eliges recorrer cada día.

Soltar no es rendirse, es respetarte lo suficiente como para avanzar más ligero.

La igualdad no se enseña en la escuela ni en la calle. Se aprende en casa, en cada palabra, en cada gesto, en cada expectativa que les mostramos a nuestros hijos.

 El amor auténtico no encadena ni llena vacíos; es un puente hacia la libertad y la conexión verdadera.

Las autolesiones no definen a una persona, son una señal de que algo más profundo necesita atención y apoyo.

Las emociones adolescentes no son un problema, son una oportunidad para construir un vínculo más fuerte y significativo.

No eres un fracaso por no ser feliz todo el tiempo. La felicidad no es una meta, es un proceso con altibajos, y no tienes que demostrarle nada a nadie.

Negociar en pareja no es ceder, es construir un puente que fortalezca el amor y la confianza.

La radio no solo transmite palabras; crea puentes emocionales que nos recuerdan que, más allá de las diferencias, estamos conectados.

El cáncer transforma la vida, pero tú tienes el poder de transformar tus emociones.

El juego no es solo diversión; es la forma en que los niños aprenden a interpretar el mundo y definir lo que es aceptable.